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domingo, 7 de noviembre de 2010

Alucarda

                                     
Cuenta con los elementos más descarados de una película satánica: posesiones, blasfemias, sangre, sacrilegios, orgías diabólicas, pactos de sangre, violentos exorcismos y gitanos que aparecen espontáneamente de la obscuridad. Juán López Moctezuma falleció en 1995, solo, arruinado y enfermo, en un hospital siquiátrico, no sin antes vivir una extraña experiencia muy comentada en muchos sitios web: su supuesto secuestro por parte de dos fanáticos de sus films, quienes se encargaron de hacerle un último homenaje en vida llevándolo a un recorrido por los lugares donde se filmaron aquellas obras, lo cual al parecer Moctezuma agradeció mucho, convirtiéndolos en los únicos herederos de los derechos filmicos de sus peliculas. Interesante historia, digna de éste realizador. Todos y cada uno de sus films se han vuelto joyas que los fanáticos más extravagantes y curiosos buscan hasta debajo de las piedras. Se me hace muy curioso que sus films gocen de renombre porque nadie los conoce, qué irónico. Encontré un parecido con otro film de Bava llamado Operazione paura o Kill Baby, Kill de 1966. El parecido se basa en las ambientaciones góticas de época, los escenarios desolados y rústicos, pero sobretodo en el empleo de figuras inocentes para asustar a la audiencia como muchos años más tarde lo haria Ringu (El Aro) y todas esas J-Horror. Prueben leer Alucarda al reves.... da que con eso pero sigamos con masEn una vieja iglesia abandonada, una joven embarazada (Tina Romero) da a luz a una criatura que rápidamente es llevada por una anciana. Acto seguido la madre afronta un peligro sobrenatural que el espectador jamás llega a ver. Se trata de un prólogo, que funciona también como "tónica", que deja "escuchar" las virtudes y defectos de lo que será el resto de la película. La acción salta, inmediatamente, unos cuántos años después, en que la joven Justine (Susana Kamini) ingresa a un convento de monjas que visten un extraño atuendo que las hace parecer "momias con menstruación". En ese lugar comparte el dormitorio con la joven y siniestra Alucarda (nuevamente Tina Romero), que vive bajo el influjo de las supersticiones. En un paseo por el bosque, las adolescentes se topan con un jorobado (el gran Claudio Brook), que les ofrece unos amuletos, a través de los que, poco tiempo después, comienzan a sufrir un delirio diabólico. Las monjas piden ayuda a unos sacerdotes cuyo líder (David Silva) decide que están frente a un caso de posesión demoníaca, y que lo más atinado será realizar un exorcismo sin pérdidas de tiempo. Un médico partidario del Iluminismo (nuevamente Claudio Brook), interviene y trata de aclarar las cosas, pero es rápidamente superado por los acontecimientos. A partir de este momento, la película empalma la recta final, a toda orquesta y derrochando temas y golpes de efecto. Comparando esta película con las anteriores de su director, Juan López Moctezuma, es evidente que su especialidad no es la de narrar una historia sino que la utiliza como excusa para ofrecer momentos impactantes y visualmente logrados. La escena de la flagelación de las monjas y los curas, el onírico aquelarre presidido por un macho cabrío y el surgimiento de Justine desde un ataúd inundado de sangre son, en verdad, estampas góticas que nos retrotraen a los oscurantistas dípticos de Bosch. Como si esto no fuera suficiente, hay influencias de Sade y de Sheridan Le Fanu, que se suman al coctel de la trama, la cual se desarrolla tan rápidamente que no llega a justificar las acciones de los personajes, ni tampoco desarrollarlos como corresponde.