Un film muy desconocido en el cual se desarrollan tres sub-tramas paralelas hasta que al final confluyen todas en el clìmax.
Por un lado tenemos una trama de tintes "realistas" en donde una drogadicta consigue una pistola y junto con un toxicomano atracan una farmacia. La cosa sale mal, y ella acaba en la càrcel. Tras unos años sale e intenta reinsertarse en la sociedad, pero la mujer lo tiene muy mal, asì que al final se acaba prostiyuyendo. En contacto con otras prostitutas drogadictas al final cae de nuevo en el mundo de la droga.
La otra subtrama es la de un cantante heavy admirado por las masas(es el director del film Sergio Blasco) cuyas letras de sus canciones mezclan muerte, satanismo y locura, desencadenando incluso suicidios de admiradores suyos. El tipo es muy polémico y muchos medios de comunicaciòn cuestionan el hecho de que existan tipos como èl, que presuntamente corrompen y enloquecen a la sociedad. El tipo ademàs es el que financia una productora de pelìculas porno de caracter sadomasoquista y perverso.El cantante, metido en una espiral de sexo, porno, drogas y música se encontrarà con el demonio, y harà un pacto satànico.
La tercera subtrama y que es la que menos peso tiene es la de un càmara bastante tonto que comienza a trabajar para la productora porno del cantante y resulta todo un enfermo sexual.
El director, Sergio Blasco, ha trabajado de forma profesional en la industria del porno como director de varios films xxx. Asì que esa experiencia la ha servido de mucho para plantear el rodaje de este film adecuadamente dentro de sus evidentes limitaciones e intentar maquillarlas lo mejor posible.
Así pues en su film se combinan:
-Mùsica heavy metal
-Porno
-Sadomasoquismo
-Un montòn de tias buenas en pelotas
-Satanismo
Incluso un film tan modesto se permite el lujo de hacer explotar de verdad un coche, reventar una casa, crear un demonio que dispara rayos o hacer escenas gore como un empalamiento a una mujer(en plan Holocausto canibal) o de reventar una cabeza.
Tantas tramas, tantos actores y tanto ir y venir hacen que por un lado no te aburras, por otro te concentres en seguir la acciòn y lo mas importante, rellenar adecuadamente un largometraje, sin que de la sensación de estar vacìo, pobre o desarbolado, como sì sucede con otros muchos largos amateurs, que al pegar el salto del corto al largo se quedan en nada, cuando en realidad no son material suficientemente consistente para llenar 90 minutos
