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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Holocausto caníbal


y como no puede faltar en la collection de un gorefan aqui les traigo esta gran joya de lo culto


Pelicula debatida del cine culto del cine italiano. Esta lleno de imágenes violentas, horribles. El film narra la supuesta historia de un equipo de pelicula dirigida por Alan Yates (Gabriel York) que desapareció mientras realizada un documental en las selvas del Amazonas. Trucos magistrales y efectos especiales del cine creó una visión inquietante de la suerte del equipo.
Espeluznantes, escenas realistas de futuro incluidas en una castración / desmembramiento, algunos golpes con martillos grandes, se alimentan de las tripas, un aborto forzado, numerosos sacrificios de animales (incluyendo un asesinato horrible de tortuga), violación en grupo y el empalamiento de una mujer en un poste.
Por su trabajo el director fue detenido por las autoridades italianas bajo la sospecha de los cargos de asesinato y de la vida. Al pelicula estuvo envuelta en juicio legal. Se determinó quemar todas las cintas pero luego al aparecer los actores la sentencia fue anulada.
La pelicula fue prohibida durante 20 años en algunos países, incluyendo Reino Unido.



pero Hay que ver cómo cambian los tiempos. En 1979, "Holocausto caníbal" fue censurada en una lista interminable de países por sus escenas de extrema violencia y gore explícito. Fíjense hasta dónde llegó la cosa, que el grado de realismo hizo que su director llegara a ser arrestado y acusado de asesinato (todo sea dicho, por su propia culpa, ya que hizo firmar un contrato a los actores por el que no aparecerían en ningún tipo de medio durante un año, a fin de hacerlos pasar por muertos). Pues bien, si en su momento la película armó el revuelo que armó, yo debo decir que en mitad del visionado a mí me entró hambre y tuve que levantarme del sofá para hacerme un Cola Cao. Para que luego digan que nuestra sociedad no está desensibilizada respecto a la violencia.

la trama es ésta: un reputado antropólogo es enviado a la selva del Amazonas en busca de un director de documentales y su equipo, perdidos mientras rodaban una película sobre dos tribus indígenas que practican el canibalismo. Una vez allí, el director tan sólo podrá recuperar las grabaciones del equipo. Ya aviso para los que no la han visto que más adelante habrá algún destripamiento (un spoiler, destripamientos en ésta película ya sabemos todos que hay), pero vamos, que no creo que nada les sorprenda, ya que poco atractivo tiene la película aparte de conocer qué fue aquello que tanto horrorizó a la sociedad occidental de finales de los 70 y principios de los 80. Lo cierto es que la película en sí es bastante aburrida, sobre todo al principio, cuando la cinta no consigue generar demasiada tensión ni hay un protagonista con un retrato psicológico que nos haga empatizar con él. Buena parte del metraje adolece de todo ello, y cuando llegan las escenas por todos deseadas, tanto realismo documental y meneo de cámara hace bien difícil saber qué leches están haciendo los indígenas con los intestinos de esa pobre gente.

Además de por lo evidente, la película desató cierta controversia sobre si era un simple ejercicio de lo que hoy llamamos torture porn o si por el contrario encerraba una reflexión sobre el grado de civilización de nuestra sociedad. Siendo salomónico, yo diría que es las dos cosas por igual. Por un lado, se nota una clara intención por parte de Deodato de poner al mismo nivel las atrocidades de los caníbales (que tampoco hay tanto canibalismo, no se crean) y la actuación de los documentalistas, que es de traca. Por el otro, también se nota cierta fascinación por la violencia a la hora de rodar las escenas más sangrientas, una fascinación que claramente se intenta transmitir al público, no sabemos si para hacerlo reflexionar o para generar más ingresos. De todas formas, valiente manera de criticar el salvajismo de nuestra sociedad es hacerlo sirviéndose del asesinato a sangre fría de siete animales, que esos sí que murieron de verdad, suponemos que en nombre del arte.

decia que es de traca la actuación de los documentalistas, porque para convencernos de su tesis Deodato no duda en tirar de recurso fácil y falta de sutileza, y nos presenta al "hombre blanco" como un asesino despiadado preocupado únicamente de grabar las imágenes más tensas y violentas posibles aunque esté en juego la vida de alguien o tenga que quemar vivos a unos indígenas. Además, porque no podía faltar, nos regala una escena en la que los 3 documentalistas varones violan por turnos a una jovencita, por si aún no los habíamos identificado con los hijos de Lucifer. Dicho esto ustedes ya habrán deducido que no tiene el espectador manera de interpretar el mensaje a su manera, sino que el director lo lanza ya masticado sin dar opción a lecturas distintas que puedan contradecir la oficial. Además, también hay alguna escena de diálogo en la que Deodato pone su reflexión en boca del personaje principal, demostrando que quizá no es que no quiera ser más sutil, sino que no sabe.

En definitiva, es ésta una de esas películas que han conseguido un hueco en la historia del cine un poco como ozzy en el de la música. Si tiende usted a creer que la sociedad occidental está podrida pese a tener en su haber "inventos" como la Declaración Universal de Derechos Humanos, quizá encuentre en esta película una mano amiga. Lo mismo si es de los que se conforman con que un filme tenga su poquito de violencia sexual y su muchito de sangre y vísceras. Para todos los demás,